¿Puedes comer lo que quieras después de hacer ejercicio?

Compensa el ejercicio que haces con lo que comes y las calorías que quemas con las que consumes, solo así verás buenos resultados en tu cuerpo y te sentirás bien en tu interior
¿Puedes comer lo que quieras después de hacer ejercicio?
Elisa Morales

Revisado y aprobado por la pedagoga en Educación Física Elisa Morales.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 marzo, 2022

Uno de los mitos más extendidos con relación al deporte es que podemos comer lo que queramos si estamos haciendo ejercicio. Pero, ¿es esto cierto que puedes comer lo que quieras después de hacer ejercicio? Veamos cuál es la respuesta.

Cada persona es un mundo

Lo primero que hay que pensar es que cada persona, cada cuerpo y cada organismo son diferentes. Hay quienes tienen un metabolismo más acelerado y por tanto, queman muchas más calorías que los que lo tienen lento, el cual necesita más esfuerzo.

Por otro lado, también hay quienes necesitan comer más y quienes necesitan comer menos. El caso está en que, si una persona que necesita comer más tiene el metabolismo lento, no podrá comer lo que quiera. Esto es obvio, porque entonces estará metiendo extras a su cuerpo que este no podrá asimilar. Así que en este caso se debería optar por comer alimentos saludables que sean bajos en calorías.

¿Puedes comer lo que quieras después de hacer ejercicio?

Todos tenemos nuestra razones para hacer ejercicio, pero una de las que más pesan es mantenernos sanos y con una figura esbelta. Así que si hacemos ejercicio para quemar calorías, pero luego ingerimos más de las que hemos comido, ¿qué sentido tiene?

Y aun si no hacemos ejercicio por quemar calorías, sino por estar sanos, ¿qué sentido tiene hacerlo para luego comer los azúcares y grasas que queramos?

Lo que sí es cierto es que una persona que practica deporte puede darse algún que otro capricho, con mucha más tranquilidad que una persona pasiva, pero ¿dónde está el secreto entonces?

Si hacemos ejercicio para quemar calorías, pero luego ingerimos más de las que hemos comido, ¿qué sentido tiene?

Mantén el equilibrio

La alimentación es muy importante para todo deportista, es importante para ti. Por ello, desde el día que comenzaste cambiar tu estilo de vida y practicar ejercicio casi a diario, decidiste también que te alimentarías de manera sana.

Esto no quiere decir que dejaron de gustarte los alimentos dulces o grasos, simplemente decidiste renunciar a ellos para sentirte bien contigo mismo, tanto interior como exteriormente. Ahora bien, ¿quiere decir esto que no puedes volver a comer nunca más en tu vida una hamburguesa o una pizza? ¡Claro que no!

El secreto de esto, como en otras muchas cosas se centra en el equilibrio. Por tanto, eres tú quien sabe lo que comes cada días, las calorías que consumes en el gimnasio o cuando haces deporte por tu cuenta, y en cuenta a esto, puedes saber qué caprichos darte y cuáles no debería. Y algo más, cuándo puedes hacerlo.

El secreto de la alimentación después del entreno, como en otras muchas cosas, se centra en el equilibrio.

Cómo mantener el equilibrio

Te damos un ejemplo. Si un día no tenías mucha hambre y solo comiste una ensalada con algo de proteína, y esa noche te llaman unos amigos para ir a comer una hamburguesa, ¿por qué no? Esa mañana ya has hecho tu ejercicio diario, has comido pocas calorías, por lo que posiblemente hayas quemado más de las que has consumido. No es que puedas comerte esa hamburguesa, ¡debes hacerlo!

Claro, con esto no queremos decir que todos los días comas una ensalada y por la noche hamburguesa o pizza. Son ocasiones puntuales en las que puedes aceptar una invitación para comer comida rápida sin que te sientas mal por ello. No pasa nada, lo malo es cuando se convierte en costumbre.

A la cuestión de si puedes comer lo que quieras después de hacer ejercicio, te resumimos: la clave está en el equilibrio. Si siempre mantienes una vida sana, date un capricho de vez en cuando, pero no lo tomes como un precedente que seguir a diario.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.